Hipnosis y dolor
Milena Gobbo
Hace unos días me pidieron que colaborara en un programa de televisión que iba a tratar el manejo del dolor con hipnosis.
"Yo no hago hipnosis para dolor, _ fue lo primero que les dije_ utilizo varias técnicas en las que se utiliza la sugestión desde un estado de relajación profunda para enseñar al paciente a manejar mejor su dolor, siempre dentro de una terapia psicológica que incluye muchos otros aspectos, que no es lo mismo" .
Tenía mucha reticencia a hablar sobre hipnosis, en parte porque consideero que es complicado explicarla en apenas unos minutos, y en parte por el mal uso habitual que se hace de ella y todos los falsos mitos que la rodean. Por eso me gusta más hablar de técnicas de imaginación guiada, de técnicas de conciencia sensorial, técnicas de relajación, o técnicas de sugestión, todas ellas con un sustrato común y con objetivos claros y concretos que pueden utilizarse siempre en el marco de una terapia.
La televisión funciona por titulares, por mensajes cortos y potentes. Cualquier cosa que uno dice en el marco de las 3 horas en que se hace la grabación es susceptible de ser cortada y pegada a conveniencia, y no te dan la oportunidad de ver previamente lo que se va a emitir y cómo se ha transformado tu propio mensaje. Qizás por eso siento la necesidad de enmendar la plana, y como si hubiera venido del cielo hoy me ha llegado la revista Clínica y Salud en la que encuentro una carta al director de Hector González Ordi que dice de maravilla lo que sí y lo que no se puede esperar de la hipnosis. Y lo dice con la evidencia en la mano, que es como debe ser.
Gracias Héctor, por ponermelo tan fácil. El que quiera saber de hipnosis y dolor, que no vea la tele, que confíe en lo que dice la ciencia y los profesionales que saben de ello en profundidad. Es difícil, pero no imposible.